El ciclismo en la niñez y el uso de la bici los ayuda a adquirir confianza, experimentar la necesidad de ser un poco más independientes y a sentir que están conquistando sus primeras metas y objetivos, lo cual es fundamental para que el niño comience a tomar sus propias decisiones y a tratar de solucionar por sí mismo los problemas que se le presenten durante su fase de desarrollo y crecimiento.

Cuenta con la capacidad de desarrollar habilidades motoras esenciales. Esta condición les permite a los menores adquirir una normalidad postural, de desplazamiento y de coordinación del movimiento del cuerpo, lo cual es fundamental para disfrutar del deporte sin ninguna dificultad ni limitación física. Manteniendo a los a los niños activos, lo cual mejora su condición física alejándolos de síntomas como el estrés y de condiciones complejas de salud (muy comunes en edades tempranas) como la obesidad y la diabetes, que se producen, en la mayoría de los casos, por los altos niveles de sedentarismo. Es un ejercicio cardiovascular, Tonifica los músculos de todo el cuerpo, fortalece las rodillas, mejora la posición de la espalda, fortalece el sistema inmunológico que mejora las defensas.

Un deporte que fomenta la asimilación de valores como el respeto, la solidaridad, el compañerismo y el sentido de comunidad o sociabilidad. Esto es muy importante debido a que muchos niños son muy dependientes de sus padres. Por estas y mil razones más el practicar ciclismo en edades tempranas contribuirá a generar los ciudadanos del futuro.